En los últimos años se están observando dos tendencias que benefician en gran parte al organizador de bodas. Una de ellas es la personalización de las bodas al gusto de los contrayentes, ceremonias en las que se cuida hasta el más mínimo detalle. A esto se suma que dada la situación laboral del país, muchas personas han cambiado su residencia por motivos profesionales a otra ciudad, lo que les dificulta la organización de la boda en la distancia.
Dentro de estos datos, se encuentran los wedding planners, cada vez más demandados dada la situación antes mencionada. Comenzar una formación en estos meses es esencial para situarse en el mercado laboral de la organización de bodas, ya que a partir de abril, comienza la temporada nupcial. Un curso de wedding planner te iniciará en ese camino.